
Miguel Flaño, el central osasunista al que los servicios médicos rojillos le baticinaban seis semanas de recuperación antes de volver a los terrenos de juego, se veía ayer optimista, y cree que "en cuatro semanas estaré con el equipo para jugar". De momento, el de Noain se entrena en el gimnasio en solitario y todavía cojea, pero no le falta optimismo. La rotura muscular Grado II en el isquiotibial derecho puede quedar olvidada en a penas un mes, siempre y cuando no sufra ningún contratiempo ni ninguna recaída. Mucha suerte, para Miguel, que estaba siendo uno de los mejores y de los más regulares de la plantilla.
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