De su pasado como portero de discoteca ya sólo quedan ciertas exhibiciones de malos modales como la de ayer. Su planta elegante, con su traje y su abrigo, lo presenta como un tipo respetable. Nada más lejos de la realidad, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Se trata de los más rechazables personajes de este mundo futbolero.
Provocador, barriobajero, marrullero... Adjetivos suficientes para describir a este fulano que llegó a donde está tras un idilio futbolístico (creo) con Caparrós. Con Juande se le veía menos, pero con Jiménez parece que ha encontrado de nuevo su media naranaja, quien comprende y comparte sus métodos.
domingo, 27 de enero de 2008
CRISTOBAL SORIA, ESE HOMBRE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Contacto

No hay comentarios:
Publicar un comentario