El bueno de Alberto Martin pasa por sus peores momentos como profesional. La lesión en su hombro izquierdo puede apartarle de las canchas, al menos como balonmanista de primer nivel. Ha perdido el 50% de fuerza en el hombro lastimado, y es difícil que acabe de recuperarse de su rotura de supraespinoso de su hombro izquierdo, que es su herramienta de trabajo, su brazo bueno. No abandonará el balonmano porque ha sido y es su vida tras 20 años al mejor nivel, y ahora colabora en el Beti Onak de Primera Nacional Femenina. Tras catorce temporadas dándolo todo para el Portlan San Antonio, fichó por el recién ascendido Darien Logroño (ahora Naturhause). Tan solo ha podido disputar cinco partidos con la camisola riojana, y "es una forma de dejar el balonmano que ha nadie le gusta".
"Es muy difícil que vuelva a jugar en el tramo final de temporada, y ahora nos tenemos que sentar ha hablar la mutua, la directiva y yo para tomar una decisión". Alberto Martín se ha despedido ilusionado ante la posibilidad futura de entrenar al Portland algún día. Hoy es un sueño, mañana Dios proveerá...
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